Pequeña ofrenda al jabalí curiosón que me persiguió cierto día de verano. Aunque resultó que sus intenciones eran honorables (dejó de seguirme en cuanto tiré la basura 😅).

El paso a paso del jabalí

 

 

¡Y el paso a paso de mí!

Al final resultó ser un acompañante la mar de majete y juguetón.